Amigos y bicis en el Lago del Oeste

Si viajáis a Shanghái, hay algo genial que tenéis que hacer: una excursión a Hangzhou. El plan es quedarse al menos una noche y pasar el día siguiente recorriendo el lago en bici, una actividad de lo más divertida que sin duda querréis repetir.

Hangzhou

Hangzhou, de la que Marco Polo afirmó que era “la ciudad más suntuosa y elegante del mundo”, es hoy una urbe moderna de edificios altos. Accesible en transporte público (bus y tren), se trata de una excursión interesante que además puede salir muy económica.

El verdadero regalo del viaje, la guinda del pastel, es el oasis de verdor que se extiende en sus plácidos alrededores: el Lago del Oeste, una enorme extensión de agua en cuyas orillas se concentran bonitas construcciones típicamente chinas. Puentes, pagodas… todo envuelto en una naturaleza y un paisaje altamente bucólicos, solo en China. La zona da para mucho; se pueden pasar días recorriéndola, aunque lo más importante puede explorarse en un fin de semana, sobre todo si es sobre dos ruedas. Lo de alquilar una bici (con la posibilidad de que sea eléctrica) sale muy bien de precio, y es una manera barata y ecológica de circular por los carriles que rodean y atraviesan el lago, ¡de hecho es la más recomendable!

En general, que el dinero no sea un problema a la hora de organizar esta escapada. Cuando de salir a cenar se trata, existen múltiples opciones para que el bolsillo de la gente joven no se resienta. De hecho, en los alrededores del Lago del Oeste abundan los restaurantes de comida tradicional china, con cartas extensas de platos sabrosos a unos pocos yuanes.

Imagen | Vladimir K