Gotemburgo y su simpatía sueca

– ¿Qué hacemos este fin de semana? Necesito perder los libros de vista un rato.

– Ay sí, no me hables. ¡Yo estoy igual!

– Oye, ¿qué tal si nos pegamos un salto a Gotemburgo? Me han dicho que está muy bien…

En efecto, todo estudiante de intercambio en Estocolmo debería aprovechar para hacer el turista joven por Gotemburgo, con especial atención a los planes que cuesten poco dinero, a los motivos que suenen a diversión sin gastar mucho.

Gotemburgo por poco dinero

A poco más de dos horas y media en tren de Estocolmo, la capital más popular del diseño escandinavo, se encuentra Gotemburgo, una agradable y manejable ciudad costera. En este mundo, en el que las cosas pasan tan rápido, se agradece aterrizar en un lugar que logra tenerlo todo sin renunciar a unas dimensiones humanas. Repartidos por calles compactas a las que no les falta de nada, los jóvenes de Gotemburgo encuentran bares, restaurantes y tiendas en los que ser felices.

Te sorprenderá por su sencillez. La primera razón para pasar un fin de semana en la segunda ciudad más importante de Suecia no es otra que hacer amigos. Salir por Gotemburgo y conocer gente te será pan comido, pues sus habitantes gozan de una merecida fama de personajes encantadores dotados de un genial sentido del humor.

El segundo motivo para perderse unas horas por Gotemburgo son las compras vintage. Cuando el frío aprieta, que es a menudo, lugares como Nordstan -el mayor centro comercial de la península escandinava- son el refugio más tentador. “Ves al NK”, te dirá cualquier gotemburgués sonriente. Son las siglas de Nordiska Kompaniet, los grandes almacenes más conocidos de la ciudad. Volviendo al rollo retro, deberías dirigirte al bohemio barrio de Haga, el rincón con las tiendas de moda más independientes.

Por último, en Gotemburgo se come rico y barato. Desde platos típicos suecos a otros más exóticos, pasando por la pasta y pizza de rigor, y siempre a precios de risa. ¿El secreto para ahorrar? La comida rápida sueca de los korvkiosk, presentes en casi todas las esquinas de la ciudad. En tu agenda viajera no deberá faltar una incursión en alguno de estos puestos, que sirven los mejores perritos calientes que puedas imaginar.

¿De Erasmus en Suecia? Tus deberes incluyen una excursión a Gotemburgo.

Foto | Bachmont