Acércate a la Bolognina, el barrio más vivo de Bolonia

Si hay un destino en Europa para divertirse las veinticuatro horas del día, entremezclarse con su espíritu universitario y en términos generales, pasárselo pipa de principio a fin, ese es sin lugar a dudas la ciudad de Bolonia.

Bolonia es uno de los destinos Erasmus, lo que ya te dará una idea del buen ambiente que se respira en la zona y al que te unirás desde el minuto uno. Por algo cuenta con la Universidad de Bolonia, en el top de las universidades europeas en antigüedad y solera. Y como la buena ciudad italiana que es, el festival comienza por su gastronomía: no te puedes perder su particular versión del tradicional aperitivo, una cena tempranera consistente en un bufé a buen precio donde probar un poco de todo.

Los sábados son el día a marcar en el calendario en Bolonia, perfectos para comenzar con unas cervezas bien frías bajo los soportales en la famosa Piazza Santo. Y después, continuar de bar en bar hasta que el cuerpo aguante. Y al día siguiente, a pedalear en bicicleta (es el medio de transporte por excelencia) para no dejar ni un solo rincón de esta gran ciudad por descubrir. Como por ejemplo, el recientemente renacido barrio de Bolognina, antiguo barrio obrero plagado de talleres de llamativo ladrillo color rojo y que ahora es el epicentro cultural de la ciudad.

El barrio de Bolognina está situado en la zona norte de la ciudad de Bolonia (precisamente sobre la estación de tren), y es en la actualidad el punto de encuentro para todos aquellos que quieren vivir la experiencia urbana de un barrio culturalmente en plena efervescencia. Se trata de una zona donde el arte urbano y su mentalidad de colaboración vecinal están dándole una particular nota de color al barrio.

La gente disfrutando de la vida en la calle, la cultura underground en este rincón de la ciudad y el espíritu tranquilo que se respira a lo largo de todo el barrio lo convierten en una visita que no puedes perder de vista en tu próxima escapada. Sus mercados cubiertos de graffitis, sus locales originales y las actividades colectivas que organizan en el barrio (sesiones de música, talleres, etc.) son razones más que de sobra para dedicarle al menos uno de tus días de visita en la ciudad roja. ¿Sacamos el calendario y tiramos hacia Bolonia?

Foto | Engin Akyurt