Cultura urbana en Brick lane, el barrio de moda en Londres

Actualmente es uno de los centros más activos de todo Londres, ofreciendo a quienes lo visitan una vibrante mezcla donde el arte, la cultura alternativa y el más auténtico estilo hindú debaten entre sí de un callejón a otro. Pero no siempre fue así en Brick Lane, el barrio de moda situado en la zona este de la ciudad. Esta zona comenzó su desarrollo al concentrar una importante industria del ladrillo y azulejo allá por el siglo XVI (de donde aún conserva una referencia en su propio nombre). Tiempo después de atravesar distintos estados (como por ejemplo, refugio para forasteros e inmigrantes), el comercio en Brick Lane comenzó a proliferar en forma de bares –una gran noticia para los amantes de la cerveza- y restaurantes.

Brick Lane pasó a convertirse más tarde en el particular punto de encuentro de la comunidad india, que impregnó progresivamente este sector de la ciudad de sus gentes, costumbres y por supuesto, sus comercios. Si el curry está presente en tus platos favoritos, en Brick Lane no te faltarán estímulos olfativos con los que deleitarte. Como dato curioso, a esta zona se le suele denominar como Banglatown dada su importante comunidad de Bangladesh.

Como el Rastro en Madrid, en Brick Lane la referencia a visitar es el famoso mercadillo que cobra vida de domingo en domingo: Brick Lane Market. Elige un calzado cómodo, coge una mochila ligera y prepárate para serpentear entre la multitud de puestos vintage y graffities al ritmo de la música que siempre está presente en el barrio. Si aprecias el arte urbano alternativo, no puedes dejar de pasarte por The Truman Brewery, antigua fábrica de cerveza convertida en centro cultural donde podrás ver los famosos coches abandonados de D*Face y del mismísimo Banksy (puedes hacer apuestas por ver quien encuentra más obras de este último en la zona).

Para completar tu incursión en el modus vivendi londinense, te recomendamos dar el paso al almuerzo pegándote el famoso Sunday Roast, el asado tradicional británico que se viene celebrando los domingos de forma habitual. Si el día se empieza a tornar nublado -como no es de extrañar en Londres-, no te preocupes lo más mínimo: abrocharse un Sunday Roast es el típico plan para disfrutar entre amigos de las últimas horas de luz del día en un ambiente acogedor, familiar y con encanto.

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