De fiesta en las noches de Santo Domingo

Viajar a Santo Domingo es una gran forma de dar un salto al pasado en la máquina del tiempo sin miedo a quedarse atrapado unos cuanto siglos atrás. Como la antigua colonia española que es, las plazas, los suelos empedrados y la arquitectura en catedrales y otros edificios monumentales son la nota dominante en Santo Domingo, junto con la buena sintonía que recibirás por parte de los lugareños desde el minuto uno.

Si eres de buen comer, tus primeros pasos en Santo Domingo deberán llevarte a una ruta gastronómica probando los bocados más típicos que encontrarás en el prolífico listado de restaurantes que hacen de este destino uno de los mejores puntos para darse un homenaje al paladar: desde sus clásicos tostones (elaborados a partir de plátanos verdes fritos con un toque salado, que sirven como acompañamiento para cualquier plato) hasta el delicioso Pica Pollo, el pollo frito en adobo al más puro estilo dominicano.

Y después de una tarde paseando a ritmo maratoniano para quemar las calorías de una comida no precisamente light, una buena siesta y directos a la ducha para ponernos de gala para un plan nocturno dominicano que podrá alargarse hasta llegada la puesta de sol y más allá. Porque si algo hay en Santo Domingo es marcha, rutas interminables de club en club y suelas gastando la pista de baile hasta perder los botones de la camisa.

Cuando cae la noche, las calles de Santo Domingo se llenan de ritmos caribeños y bebidas tropicales como para parar un tren. La zona de referencia hacia la que encaminar tus pasos se concentra alrededor de la Avenida George Washington, junto al malecón que separa la tierra del mar. Los mejores clubs suelen formar parte de los establecimientos de las grandes cadenas hoteleras.

Bien seas de merengue, de bachata o de apuntarte a lo que te echen, en Santo Domingo no te van a faltar opciones para encadenar un baile tras otro hasta bien entrada la madrugada.

Foto | Rey Perezoso