A vista de pájaro, el destino que te traemos en esta ocasión presenta una estampa que pocas veces encontrarás en otro lugar del mundo: un elegante palacio flanqueado por acantilados en un lado y un extenso arenal en el lado contrario. Extensos jardines a su alrededor y una ciudad vibrante a tan solo unos minutos caminando. ¿Qué más razones necesitas para poner rumbo a Santander? Como siempre, Cantabria te estará esperando con los brazos abiertos.
En Santander hay dos claros protagonistas: el mar y la montaña, pero siempre acompañados de la elegancia de una ciudad con mucha historia a sus espaldas. El Sardinero puede dar buena cuenta de estos grandes atractivos, la zona más popular -y generalmente concurrida- en Santander. Desde la Avenida Reina Victoria hasta la conocida Playa Segunda del Sardinero -situada en el centro urbano de Santander-, el recorrido tiene unas cuantas paradas que merecen mucho la pena: el Gran Casino o el mirador de los Jardines de Piquío son dos de las paradas de rigor.
El Palacio Magdalena es otra de las joyas únicas en Santander, tanto por su particular emplazamiento (al borde de unos vertiginosos acantilados) como por la elegancia de su arquitectura. En el lado opuesto, todo lo contrario a los escarpados acantilados: la Playa de los Bikinis (o Playa de Bikinis, simplemente) o el Embarcadero Real son dos de los puntos en los que dejarse llevar por un tranquilo paseo.
La Bahía de Santander es, por su parte, una de las más espectaculares estampas del mundo y el orgullo de todo santanderino. Desde la Grúa de Piedra hasta el mismo Palacio de la Magdalena, el paseo está cargado de monumentos uno detrás de otro. Una parada obligatoria está en la calle Castelar, llena de agradables terrazas en las que disfrutar de una caña bien tirada o lo que te apetezca, ¡que estás de vacaciones!
Y todo esto sin mencionar los atractivos de la noche santanderina, más apetecible que nunca cuando se acercan los meses de más calor: comenzando por la plaza de Cañadío y pasando por calles como Daoiz y Velarde o Santa Lucía, la diversión una vez cae la tarde está más que asegurada.
Santander desprende atractivos por los cuatro costados, ¿serás tú el primero en disfrutar de sus encantos? Busca tus vuelos con Iberia antes de que sea tarde y disfruta de la magia santanderina.