
– Louis: «Pero… ¡si Casablanca es un desierto!»
– Rick: «Al parecer me informaron mal.»
(Frase célebre de la película Casablanca).
Ya lo decía Humphrey Bogart mucho antes de que nacieras: Casablanca, de desierto, no tiene nada. Marruecos es también fiesta, ambiente joven y diversión y por eso te proponemos que hagas una prueba; que te vayas al oeste de la ciudad y te des una vuelta por la cornisa de Aïn-Diab, entre el faro de El Hank y la ermita moruna de Sidi Bou Abderrahmane. De día, aquí es donde podrás nadar en sus piscinas y playas públicas o privadas y venir con los amigos a contemplar la puesta de sol o a refrescarte en una terraza. A los habitantes de Casablanca les encanta reunirse aquí los fines de semana.
De noche, el paseo marítimo La Corniche es también una zona de marcha donde la población de Casablanca se reúne para salir. Restaurantes y pubs a la moda se suceden frente al mar y el ambiente es tan abierto que resulta igual de fácil encontrar un rincón de sushi como un establecimiento especializado en cocina marroquí. Si buscas un lugar para comer que sea popular entre los jóvenes, locales como el restaurante grill Las Vegas pueden ser el sitio. Más avanzada la noche es el turno de las discotecas. Del sonido tecno al último grito en música, hay estilos para todos los gustos en esta animada ciudad que nunca duerme.
¡A tu salud, querida Casablanca!
Foto| marfis75