La ciudad de Atenas no solo destaca por los vestigios históricos que puntean cada uno de sus espectaculares rincones, sino también por la enorme variedad gastronómica que atesoran sus cientos de restaurantes a lo largo y ancho de toda la ciudad. Y si mover las piernas es un requisito indispensable para conocer Atenas, también lo es mover los bigotes al ritmo del mussaka y gyros típicos atenienses.
Y es que la cocina griega no solo cuenta con más de 4.000 años de historia mediterránea, sino que además se ha visto influenciada por numerosas culturas a lo largo de todo ese tiempo desde ambos flancos, tanto occidental como oriental. Y es precisamente este doble influjo el responsable de la gran variedad de sabores y texturas que podremos encontraren la gastronomía griega en general y ateniense en particular.
Si lo que quieres es degustar la cocina griega en toda su esencia, un punto destacado de referencia gastronómica será el barrio de Plaka (también conocido como Barrio de los Dioses por su proximidad a la Acrópolis). El barrio de Plaka es una de las mejores zonas de la ciudad para disfrutar de la gastronomía griega en una de sus numerosas terrazas, algo que te hará sentir parte del paisaje urbano ateniense en cuestión de segundos.
En cuanto a los platos más típicos en la gastronomía griega, destacamos dos de ellos: la moussaka y el gyros. La moussaka podría compararse con una lasaña elaborada a partir de carne picada de cordero, berenjenas y tomate. Por su parte, el gyros es el preparado perfecto para comer sobre la marcha, muy parecido al kebab que seguramente conoces: un pan de pita relleno de carne asada acompañada de tomate, cebolla y salsas especiadas.
Tanto los precios como los horarios para almuerzo y cena son muy similares a los españoles, así que no encontraremos problemas para organizar nuestras visitas sin tener que realizar grandes cambios en nuestros horarios alimenticios. Eso sí, prepárate para el aluvión de pretendientes (los relaciones públicas de los propios restaurantes) que tratarán por todo medio de convencerte para entrar a comer en su local (¡menudo problema!).
Imagen | Nikos Karakasidis