Si algo resulta fácil en Basilea es aquello de sentirse como en un cuento de hadas. Además de la tumba del famoso Erasmo de Rotterdam, en esta ciudad encantada podrás dejarte llevar entre sus calles medievales recorriendo las riberas del río que domina y separa la ciudad en sus dos partes: el Rin.
Basilea es reconocida por ser uno de los epicentros del arte contemporáneo y el diseño de vanguardia a nivel mundial, con una arquitectura espectacular digna de mención. Además, la gastronomía es otro de los platos fuertes en esta ciudad Suiza: si buscas entre los cientos de opciones para disfrutar de una buena cena, tal vez acabes degustando el menú de los mejores chefs en un castillo del siglo XIII (concretamente, el castillo de Bottmingen, situado no muy lejos del centro de Basilea).
Y algo que forma parte del espíritu de la ciudad es el famoso Carnaval de Basilea, una arraigada tradición que año tras año viste las calles de colores y sonidos de un mundo de fantasía. Y es tan original como para haber sido declarado Patrimonio de la Humanidad, algo que pocas fiestas en las que te has marcado unos bailes pueden decir lo mismo.
El carnaval comienza a las cuatro de la madrugada del lunes después del Miércoles de Ceniza, toda una declaración de intenciones sobre el compromiso del festival con el desmelene y la diversión. A ritmo de tambores y disfraces de todos los tipos, da comienzo el carnaval y las calles de Basilea se convierten en un desfile musical y de colores único en el mundo.
La juega continúa recorriendo las calles de Basilea hasta ni más ni menos que las cuatro de la madrugada del jueves siguiente, momento en que se declaran los cierres del Carnaval hasta el año siguiente. Hasta 20.000 máscaras se reúnen en uno de los carnavales más impresionantes del mundo, ¿te lo vas a perder? Empieza a buscar tu disfraz y pon rumbo al Carnaval de Basilea.
Foto | Allie Caufield
