El mejor cheesesteak en todo Philly

Poco hay que decir de un destino como Nueva York que no haya sido dicho ya: desde el ritmo frenético en Wall Street hasta el Central Park, pasando por la Estatua de la Libertad y una visita obligada al Soho, la ciudad se vende por sí sola. El auténtico estilo neoyorquino que vas a respirar en Brooklyn a unas pocas paradas de metro del centro de la isla de Manhattan o el viaje a las antiguas atracciones de Coney Island ocuparán fácilmente, junto con otras tantas visitas, hasta una semana de viaje. Y si una vez cumplido el guión consigues dejar un día o dos a libre disposición de los interesados, una escapada a Filadelfia es, más que recomendable, una obligación.

Llamada coloquialmente Philly, la ciudad del Príncipe de Bel Air y del púgil por excelencia, Rocky Balboa, Filadelfia está a no más de hora y media en coche desde Nueva York, y merece mucho la pena una visita. Es una ciudad asequible para un día de excursión (saliendo de buena mañana) y, por el precio de una, habrás conocido dos de las ciudades más emblemáticas de Estados Unidos.

La Declaración de la Independencia del año 1.776 se respira en todo el centro de Filadelfia, fecha con una enorme carga de significado para todo norteamericano por la abolición de la esclavitud y la libertad que supuso en aquellas fechas. La Campana de la libertad, la antigua casa del colega Ben Franklin o la mismísima Casa Betsy Rose (diseñadora original de la actual bandera de las barras y estrellas) son visitas a realizar en un mismo paseo, ya que están realmente cerca unas de otras.

Y cuando el atardecer empiece a dar lugar a la noche, el himno americano sonará con solemnidad para anunciar la hora de mover los bigotes al ritmo del auténtico Philly Cheesesteak, un delicioso sándwich de ternera y queso (popularizado por los taxistas en los años treinta) con el que poner broche a tu escapada a la ciudad del amor fraterno. ¿El sitio más popular para pedir tu cheesesteak? John’s Roast Pork, restaurante situado en 14 E. Snyder Avenue y que ha sido recientemente campeón en todas las categorías del famoso Cheesesteak Project.

Y de esta guisa, con el estómago lleno por un contundente Philly Cheesesteak y el recuerdo vivo de la historia norteamericana, podrás volver emprender tu viaje de vuelta agradecido de haber vivido por un día como un auténtico filadelfiano.

Imagen | Jay Reed