Esquí a tope en Taüll

¿Estudias o trabajas en Barcelona? Si el esquí te parece el plan más divertido del mundo pero tu bolsillo no está para los precios de Baqueira, lo que te planteamos es un fin de semana de nieve en uno de los rincones catalanes más pintorescos y aventureros de Pirineos: el valle de Boí-Taüll.

Te recomendamos el pueblo de montaña de Taüll como base de operaciones para tus vacaciones. Pequeño, genuino… lo tiene todo para hacer de tu estancia con amigos una experiencia práctica, fácil, barata y entretenida. A esto último contribuye el “Bar de la Plaça”, el típico café de la villa que nunca falla. Su terraza, que ve el sol desde 1970, da para muchos aperitivos y largas charlas con amigos; que si un vermú, que si una ración de tortilla… todo rico, todo pegado a una de las iglesias románicas que han hecho del valle “Patrimonio de la Humanidad”. Además, el pueblo cuenta con varias opciones de alojamiento barato que quedan a 10 minutos en coche de las pistas de la estación de esquí de Boí Taüll.

¿Alguna buena recomendación para el famoso “apres ski”? Prueba Tribulosi. Sus encantadores dueños se conocen las mejores cervezas de autor, pasión que contagian a sus clientes. Ya sea por lo acogedor de su ambiente joven e informal, por las pizzas y raciones (están de rechupete), por la carne ecológica, por la simpatía de su personal o por los precios populares, la cuestión es que Tribulosi es el típico local que atrapa, que hace que día tras día acabes volviendo. Su terraza goza de vistas únicas a la iglesia románica de Sant Climent de Taüll, así que… ¡foto foto!

Hay vida más allá del esquí. Aprovecha la escapada a la Vall de Boí para practicar senderismo del bueno en el vecino Parque Nacional de Aigüestortes, el único en Cataluña. Famoso por la belleza de sus lagos, su vasto territorio da para infinidad de excursiones de todos los niveles, desde paseos fáciles por la nieve a rutas ciertamente exigentes.

Otro día (mínimo) lo podréis dedicar a hacer una ruta en coche por los pueblos más bonitos de los alrededores. Partiendo de los más conocidos (Viella), pasando por Canejan y Les, y llegando a joyitas como Bausén, diminuto y mágico, que con su ritmo pausado parece haber quedado atrapado en el tiempo.

Nos despedimos con un consejo para ahorrar. Comprar en el valle siempre sale más caro, así que de camino a Lleida aprovisiónate con lo básico. Escápate a Pirineos con los amigos, ríe y comparte un viaje de estudios inolvidable.

Foto: Mònica Caba