Si hay un destino donde cientos de grupos de colegas ponen el objetivo para pegarse unos días de playa, jarana y buen ambiente al otro lado del charco, ese destino es Morro de Sao Paulo, en las costas del país carioca.
Tanto es así que basta con echar un vistazo en Internet para encontrar rápidamente frases del tipo “somos diez amigos en viaje de fin de carrera a Morro de Sao Paulo…” o “somos seis amigas que celebramos nuestros cumpleaños en Morro de Sao Paulo…”. El resto ya lo puedes imaginar: un mogollón de propuestas de quien ya lo conoce para alojarse, fiestear y disfrutar del sol brasileño de esta increíblemente divertida zona playera en Brasil.
En Morro de Sao Paulo hay playas, y lo curioso de éstas es que en lugar de tener sus correspondientes nombres, están convenientemente numeradas del 1 al 5, y todas son muy diferentes entre ellas. La Primera Praia es la más pequeña y agitada a nivel de oleaje, un buen punto de partida pero no la más espectacular te todas. Lo bueno de esta primera playa es que después le sigue la Segunda Praia (también conocida como Praia da Poça), que es la playa a la que querrás poner rumbo tan rápido como te permitan tus chanclas.
En esta segunda playa es donde vas a encontrar absolutamente de todo y a todas horas del día o de la noche (¿se te ocurre algo más apetecible para unas vacaciones de diversión non-stop?): por el día el ambiente es inmejorable, ya que podrás unirte a una partida improvisada de voley-playa, dar unos pelotazos jugando al futbol o incluso tomarte unos algo en cualquiera de los bares y restaurantes que rodean la playa.
Cuando va cayendo la tarde, la fiesta de su comienzo al ritmo de la música y los bailes que empiezan a caldear el ambiente: empieza la segunda parte del día, la siempre mágica noche en Morro de Sao Paulo. Si lo que buscas es la tranquilidad absoluta, la segunda playa no es para ti. Si quieres diversión a troche y moche, la Segunda Praia será tu punto de referencia.
Del resto de playas, la Quarta Praia es la más extensa, salvaje y paradisíaca de todas. Es la típica playa absolutamente tranquila, como salida de una película de náufragos. Se forman piscinas naturales con la marea baja, lo que le da un marco aún más espectacular en el que pegarse unos baños bajo el sol.
Y esto es Morro de Sao Paulo: un público joven con ganas de diversión, increíbles playas sacadas de una postal y mucho ambiente para unos días imborrables en la memoria.
Foto | Renato Alves