No hay una sola palabra para definir lo que se experimenta al pasar un día en la isla de Santorini, una de las más impresionantes escapadas desde Atenas. Podríamos hablar de sus vistas, por la increíble panorámica del mar Egeo que vas a contemplar desde todo lo alto de la isla. Pero también del color blanco radiante de sus casitas, de las piscinas privadas en distintos niveles de la montaña o de las mil opciones para disfrutar de la mejor gastronomía que puedas paladear en las islas griegas.
Si tenemos un día para pasar en la isla de Santorini, no querremos dejar de visitar su capital, Fira. Es sin duda el pueblo más llamativo de la isla, por lo que el buen ambiente está más que asegurado casi en cualquier momento del año. Para quienes disfrutan con los destinos en los que el movimiento es constante, el pueblo de Fira es el lugar hacia el que orientar la brújula.
El pueblo de Fira se encuentra en la cara interior del archipiélago de Santorini, que es especialmente llamativo por su forma circular de origen volcánico. Además, su situación en lo más alto de la ladera de la montaña en la que se encuentra le da a Fira unas vistas privilegiadas hacia lo que se conoce como la Caldera Santorini. La imagen de multitud de enormes cruceros anclados en el puerto al atardecer es realmente impresionante.
Pero en la capital de Santorini hay mucho más que hacer más allá de contemplar unas vistas para el recuerdo. Después de pasear por sus calles empedradas y de curiosear en las piscinas privadas que hay repartidas por la ladera de la montaña, no querrás quedarte sin una mesa desde la que tomarte un aperitivo o almorzar con las mejores vistas al Mar Egeo. Después de mover los bigotes al ritmo del marisco y de un buen vino -o lo que te apetezca, que para eso estás de vacaciones-, el pueblo de Fira se prestará muy amablemente a un paseo por sus cientos de tiendas y puestos comerciales.
Y para quienes todavía conserven energías, la bajada al puerto por sus famosas escaleras en zig-zag puede ser una curiosa actividad de la que guardar anécdotas para toda la vida (aunque habrá que tener cuidado con los burritos turísticos que se ofrecen para hacer más llevadero el camino de vuelta a la cima). Y si no quieres subir las escaleras ni andando ni a lomos de un burrito, podrás hacerlo en teleférico, sumando otra panorámica más a tu colección de recuerdos memorables.
Vistas panorámicas, comida para chuparse los dedos y un ambiente vibrante en todo momento. Solo faltas tú para acabar de completar la postal de unas vacaciones perfectas, ¿volamos juntos a Santorini?
Foto: Michelleaporini