El hecho de que Verona sea la ciudad de los míticos Romeo y Julieta es de por sí un buen pretexto para acercarse a conocer esta increíble ciudad del norte de Italia (más arriba, imposible)… pero no es la única razón, ni mucho menos. ¿Te aventuras a descubrir todo lo que la ciudad del amor tiene para ofrecerte? Acompáñanos en un viaje único al corazón de la Italia más auténtica: ¡nos vamos a Verona!
Si al visitar Roma nunca estarás del todo en paz hasta presenciar el Coliseo con tus propios ojos, en Verona te sucederá exactamente lo mismo con la famosa Arena de Verona. Y es que, después del célebre e inigualable Coliseo romano, este es el cuarto anfiteatro más grande de los que han sobrevivido al paso de los milenios. ¿Te imaginas la friolera de 30.000 espectadores vibrando con los espectáculos de gladiadores? Puedes entrar y comprobarlo sin tener que echarle mucha imaginación, ya que se conserva en muy buenas condiciones.
En Verona, la actividad se cuece principalmente en sus plazas siempre animadas y llenas de vida. Si tienes que empezar por una, la Piazza Bra es uno de los lugares de encuentro preferidos por los veroneses. Además, esta vibrante plaza queda pegada a la Arena de Verona, por lo que podrás matar dos pájaros de un tiro visitándolas en un solo paseo. La plaza tiene buenos restaurantes donde comer, tiendecitas y un jardín perfecto para descansar antes de continuar recorriendo la ciudad.
A diez minutitos paseando a buen ritmo llegarás a otra de las plazas chulas de Verona, la Piazza delle Erbe. Antiguamente era el foro de la ciudad (el punto principal de reunión), aunque actualmente es la mezcla de estilos que rodea la plaza es lo que acapara todas las miradas. Si te gustan los mercadillos y la buena arquitectura, esta plaza debe estar en tu ruta por Verona.
Y como no es plan de pasar por alto uno de los verdaderos reclamos de la ciudad, no puedes completar tu viaje a Verona sin visitar la Casa di Guilietta. Si, podrá ser la turistada típica, pero no por ello deja de merecer la pena visitarla. Además, la casa está a unos pocos minutos de la Piazza delle Erbe, así que podrás acercarte a visitar el famoso balcón desde el que asomó una Julieta cegada por el amor.
Verona es una ciudad para disfrutarla de cabo a rabo, para no dejar esquina por visitar (y si te animas, hasta puedes dejar un mensajito de amor en la pared).
Así que ¿nos vamos juntos a Verona? Reserva tus vuelos con Iberia y márcate un viaje a la ciudad de Sheakespeare.
Foto: Pcdacero