Márcate un viaje sostenible visitando Oslo

Si prefieres caminar antes que coger el coche, te repatea el gasto innecesario de plásticos y el reciclaje no alberga misterios para ti -los plásticos al amarillo y el resto, donde corresponde-, hay una ciudad europea en la que vas a disfrutar de lo lindo: Oslo, recientemente nombrada la capital europea más sostenible. Además, es un destino donde podrás sentir en primera persona el ritmo vibrante de una de las pocas ciudades donde el turismo y el cuidado del medio ambiente conviven perfectamente. ¿Qué más quieres para tu próxima escapada europea?

Desde el momento en que pongas un pie en Oslo te darás cuenta de cómo la ciudad está comprometida al 100% con la innovación en todo lo referido al turismo sostenible y al cuidado de la ciudad para el disfrute de sus ciudadanos, y no para ser devorada por el tráfico, la contaminación y los espacios cerrados.

¿Te imaginas poder pasear por las calles de una de las ciudades europeas más llamativas sin tener que preocuparte por los coches? En Oslo, gracias a su empeño por hacer la ciudad mucho más accesible para los peatones, han eliminado multitud de espacios para el estacionamiento y limitado el tráfico urbano al mínimo indispensable.

Con un cuidado sistema de transporte público, en Oslo te vas a poder mover en bicicleta sin ningún problema. Además de disfrutar de las vistas mientras ruedas, harás un poco de ejercicio a ritmo suave. Lo justo para ir abriendo boca antes de sentarte a comer en cualquiera del montón de restaurantes en los que se hace muy palpable su preocupación por el medio ambiente. Y es que en Oslo no hace falta ser vegano para mover los bigotes sintiendo que no perjudicas el entorno.

Además de todo eso, Oslo es una ciudad verde donde los parques y las zonas ajardinadas están prácticamente por todas pares. Entre los parques más recomendables podemos mencionar el Jardín botánico, The Palace Park y como no, el archifamoso Frogner Park. Lo particular de este último -y la razón por la que no te lo debes perder- es que en él se encuentra el Parque Vigeland, conocido por las más de doscientas esculturas representando figuras humanas en diferentes estados de ánimo.

Así que, si estás deseando asomarte a conocer un lugar único en el mundo, en el que no solo te diviertas sino que además, puedas hacerlo con la tranquilidad de dejar la mínima huella en el medio ambiente, Oslo tiene que ser tu próximo destino. ¿Vamos mirando vuelos?

Foto: RamonChorques