El alemán no es un idioma fácil, con esas palabras sin fin que nos dejan sin aliento. En consecuencia, una inmersión lingüística en el país centroeuropeo es siempre la opción más práctica para alcanzar la maestría en el idioma de Goethe. Es entonces cuando surge la eterna pregunta: ¿qué ciudad escoger?
De entre los varios destinos de Iberia, entendemos que sea Berlín, capital moderna donde las haya, uno de los preferidos de todos. Con sus bares alternativos, los museos a la última, los conciertos vanguardistas, la locura de sus discotecas, los clubes oscuros y los días luminosos de parques e historia, Berlín no deja actividad con cabeza. Vayas donde vayas, pasan cosas, y cada dos por tres surgen barrios interesantes como setas. Moabit es uno ellos, y ha venido para quedarse.
Moabit, un núcleo para hipsters en el centro de Berlín
Rodeada de canales, la zona de Moabit marca la transición entre Mitte y Charlottenburg, entre vanguardia y señorío. Situado en el centro del centro, Moabit es sinónimo de una juventud nada desbocada, ya que sus calles palpitan con una vida serena, cero estridente. En definitiva, en Moabit pasan muchas cosas, pero pasan a fuego lento.
¿Qué se puede ver y hacer en Moabit? Para los culturetas, una cita obligada es la visita al Hamburger Bahnhof (Invalidenstraße 50-51), un museo pensado para los que tienen a artistas como Warhol o Lichtenstein en la retina. Conviene dedicarle al menos dos horas, no solo para recrearse en el arte contemporáneo que cuelga de sus paredes o para admirar su arquitectura de vanguardia, sino para observar entre los visitantes a los más modernos de la ciudad. Cerca de allí se encuentra el Bata Bar & Billiards, un local de aire industrial y diseño berlinés que cuenta con billares y futbolines donde pasar un rato divertido con los amigos.
Así es Moabit, así es Berlín, así son sus barrios. Si vas a estudiar fuera o ya te encuentras de Erasmus en Alemania, conoce y aprovecha las ventajas de la tarifa Go Study. ¡Anímate!
Auf wiedersehen!
Foto | Markus Spiske