Es el destino perfecto después de conocer Lisboa, ya que no se encuentra a mucho más de dos horas en coche que, entre risas y una charla distendida, van a esfumarse antes de que quieras darte cuenta. Se trata, como no podía ser de otra forma, del siempre apetecible Algarve, ese paraíso de playas vírgenes -si sabes dónde acudir a buscarlas- donde te vas a sentir como en casa desde el primer momento.
Habrás escuchado mil cosas del Algarve y, seguramente, todas ellas buenas: no es por lo general un destino lo que se dice masificado, muchas de sus playas todavía conservan su aspecto salvaje y, por si fuera poco, la gastronomía es buena y a precios pero que muy asequibles para cualquier bolsillo. Vamos, que el Algarve tiene todo lo que puedas desear para unas vacaciones estupendas.
Lo que quizás no te hayan contado es que hay una forma muy diferente de conocer la costa del Algarve, tan original que hasta leer el título de este post jamás hubieras llegado a imaginar: hacerlo recorriendo sus playas navegando en un barco pirata, como el mismísimo Jack Sparrow a bordo de la Perla Negra.
Se trata del barco pirata Santa Bernarda, que partiendo desde el puerto de Portimao, transcurre a lo largo de la costa visitando las playas y cuevas que se forman entre los salientes rocosos (en cierto punto pasarás a una embarcación más pequeña para adentrarte en cuevas como las de Carvoeiro, Benagil y Praia da Marinha).
Durante la travesía, el barco pirata irá pasando por multitud de pueblos pescadores, como el de Ferragudo, además de visitar dos fortalezas medievales y atravesar acantilados y formaciones rocosas capaces de hacérselo pensar dos veces al pirata más curtido en cientos de abordajes.
Así que si quieres sentir el auténtico espíritu de navegar el Atlántico a bordo de un barco pirata, no te lo pienses dos veces y empieza reservando tus vuelos para conocer el Algarve de una forma original y divertida: a bordo de un barco pirata.
Foto: Tessakay