Las llamadas Painted Ladies conforman una de las postales más emblemáticas de la ciudad de San Francisco, recordadas seguramente por más de uno gracias a series de televisión ochenteras cada vez más en el olvido como Padres Forzosos, pero también de películas y series no tan añejas. Constituyen, de eso no cabe duda, uno de los reclamos turísticos más visitados de Frisco (para los amigos) y justifican por sí solas una visita a las verdes praderas del parque Álamo Square, uno de los principales pulmones de la ciudad de la eterna primavera.
Se trata de una serie de casas de estilo victoriano construidas entre 1849 y 1915, algunas de las cuales fueron pintadas con colores llamativos siendo a partir de entonces conocidas como las Painted Ladies (Señoritas Pintadas, valga la traducción). Como curiosidad, apuntar que solamente se denominan así las casas comprendidas entre los números 710 y 720 de Steiner Street, y que también son conocidas como las Seven Sisters (Siete Hermanas) según a quien preguntes.
Como cualquier ciudad norteamericana de primer orden, San Francisco no deja de ser una buena colección de rascacielos, actividades y ocio nocturno para rato. Por esto mismo resulta siempre aconsejable programar escapadas puntuales que te permitan abandonar la sensación de urbe para dejarte llevar hacia tu lado más espiritual, por decirlo de alguna manera. Y para retiro espiritual no hay plan mejor que perderse a lo largo de los rincones del parque Álamo Square, el enclave perfecto para tirar de Polaroid contemplando el atardecer sobre los rascacielos del downtown.
En cuanto al distrito en el que se encuentran las Painted Ladies (distrito de Haight Ashbury), en él encontrarás un ambiente bohemio con tintes europeos plagado de cafés y restaurantes, tiendas de diseño y tiendas de ropa de todos los estilos. Una zona ideal para vagar de tienda en tienda sin más preocupación que desentrañar la ciudad más europea, histórica y mágica de Estados Unidos.
Foto | Tehani Schroeder