Si hay una playa por excelencia en la ciudad de Valencia, esa es sin duda la siempre animada Playa de la Malvarrosa. Y no solo tiene el aliciente de estar a unos pocos minutos del centro de la ciudad, sino que además es el escaparate perfecto en el que disfrutar de una deliciosa paella valenciana de las de tener que desabrocharse el pantalón durante un ratito antes de continuar disfrutando de la tarde.
La Playa de la Malvarrosa tiene más de dos kilómetros de longitud, y tiene una anchura suficiente como para dar cabida a la gran cantidad de gente que se acerca a pasar el día en la arena disfrutando de las buenas temperaturas de la costa valenciana. La playa tiene bandera azul, lo que es perfecto para pegarse un chapuzón con toda tranquilidad para ir haciendo hambre hasta la hora de comer.
El ambiente en la Playa de la Malvarrosa es joven y siempre está animado en cualquier época del año, por lo que no te debe extrañar encontrarte con gente jugando al volley-playa, al futvoley o a cualquier otro ejercicio que implique lucir palmito y dorar la piel bajo el sol mediterráneo.
La única de tus preocupaciones cuando llegue la hora de comer será la de decidirte por un restaurante u otro en el que tomar asiento para disfrutar de una tranquila velada al ritmo de una refrescante sangría y de la paella que más te guste. Opciones entre las que elegir no te van a faltar en la Playa de la Malvarrosa, por lo que siempre es recomendable pedir consejo a los locales para jugar con ventaja.
Una vez decidido donde comer, tu objetivo principal no será otro más que el de conseguir una mesa con vistas al mar para comer a gusto. Eso sí, ten en cuenta que siempre es mejor llamar con un poco de antelación para reservar una mesa (algo cada vez más cotizado a medida que se acerca la hora del almuerzo).
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Foto: Matthiaskost
