
Washington DC es un destino perfecto para combinar con ciudades cercanas como Nueva York o Philadelphia, que no quedan lejos de la capital política de los Estados Unidos. De hecho, una estupenda ruta que puedes marcarte sin muchas horas al volante consiste en empezar visitando Nueva York para después alquilarte un coche e ir descendiendo carretera abajo, primero hasta Philadelphia (donde un par de días serán más que suficientes) y después acabar en Washington DC para completar el combinado de tres de las ciudades más importantes del país.
Seguro que no te faltan ideas sobre lo que hacer y visitar en Nueva York. Después de cientos de películas y series ambientadas en la Gran Manzana, desde Wall Street hasta Sexo en Nueva York, esta mítica ciudad no puede tener ningún misterio para ti. Puedes comenzar descubriendo la isla de Manhattan en profundidad, desde los barrios del Soho y Tribeca, en la zona sur, hasta Central Park y el famoso Harlem más al norte. Puedes perderte por sus amplias avenidas, dejarte asombrar por los enormes rascacielos o darte un paseo hasta Ellis Island y la Estatua de la Libertad. Fuera de Manhattan, merece mucho la pena darse un salto a Brooklyn o bajar hasta Coney Island a vivir en primera persona las míticas atracciones de feria de toda la vida en Nueva York.
Philadelphia también tiene lo suyo para visitar, especialmente todo lo relacionado con la declaración de Independencia de los Estados Unidos (allá por el año 1776) y sobre la venerada figura de uno de sus más famosos padres fundadores, Benjamin Franklin. Sobre éste aclamado inventor, político y hombre de ciencia puedes visitar desde los cimientos de la que fue su primera casa, hasta la tumba en la que miles de norteamericanos depositan flores religiosamente.
Una vez explorada la ciudad de Philly de cabo a rabo -incluyendo una degustación de clásico Philly Steak-, puedes poner rumbo hacia Washington DC con la sensación de llevar los deberes bien hechos. Aparte de ser el centro político del país, esta ciudad es una mina de museos que merecen mucho la pena. Entre todos éstos, los hay dedicados a la historia de los Estados Unidos (el Museo Nacional de Historia Estadounidense), además de tantos otros como el Museo del Holocausto o el Museo Nacional de Historia Natural), todos muy recomendables.
Y por supuesto, no dejes de asomarte a la Casa Blanca (aunque solamente podrás echarle un vistazo debido a la seguridad en la zona) y de darte un paseo por la zona de Constitution Gardens, el recinto verde en el que se unen multitud de puntos imprescindibles en Washington DC: el Monumento a Lincoln, con su enorme tamaño y solemnidad; el monumento a los veteranos de Vietnam o por supuesto, el famoso Capitolio de los Estados Unidos, que es el edificio que alberga las dos cámaras del congreso del país.
Como ves, te lo puedes montar perfectamente para conocer Washington DC y, al mismo tiempo, asomarte a sus dos ciudades vecinas, Nueva York y Philadelphia.
Foto: C. Rubow