Tiene todos los atractivos que le puedas pedir a una escapada en las próximas fechas: está a tiro de piedra de Madrid, tiene parques naturales y espacios boscosos que ya quisiera un hobbit y te puedes perder entre lagunas perfectas para darse un chapuzón. Y por si todo esto no fuera suficiente, su gastronomía está para chuparse los dedos y hace pared con Portugal. Te hablamos de Extremadura, una joya que tienes que asomarte a conocer cuanto antes.
Entre lo que más resuena de Extremadura está el Valle del Jerte, con ese fenómeno primaveral a finales de marzo -casi fronterizo con el verano por el comienzo de las buenas temperaturas- en el que millones de blancos pétalos de cerezos representan una nevada impresionante para los ojos de cualquiera. Toda una experiencia para quienes contemplan la floración de los cerezos por primera vez.
Otro lugar en el que pasar el día es Jarandilla de la Vera, en la provincia de Cáceres. Aparte de su entorno natural que merece la pena visitar, una visita que no te puedes perder es la de su castillo medieval del siglo XIV. Aunque actualmente es un parador perfectamente habilitado para el alojamiento, en otros tiempos fue el hogar del mismísimo Carlos V, justo antes de retirarse al Monasterio de Yuste (también en Cáceres). Si te va la historia, en el castillo hay todo tipo de piezas que recuerdan a la época del emperador: retratos, escudos y un sinfín de piezas únicas que te enviarán al pasado en un santiamén.
Y para darle la nota natural a tu escapada, Extremadura cuenta con uno de los parques naturales más impresionantes de todo el país: es el Parque Natural de Monfragüe. Es una de las joyas de Extremadura, y te toparás con ella entre Cáceres y Plasencia a medida que desciendes en sentido sur. Entre montañas, senderos y lagunas, querrás ser el primero en avistar un águila imperial ibérica, una de las especies más famosas en Monfragüe.
Y no podemos concluir un artículo dedicado a Extremadura sin mencionar la siempre mágica ciudad de Cáceres, un respiro urbano perfecto después de sumergirnos en plena naturaleza. El plan en esta mítica ciudad es el de perderse por sus calles angostas, ir de un lado a otro paseando con calma y visitar maravillas como la concatedral de Santa María, el Palacio de las Veletas o la Torre de Bujaco, que son solo algunos de los monumentos que irás encontrando a tu paso.
Mucho que ver y mucho que sentir en Extremadura, así que ¿volamos juntos desde Madrid para una escapada inolvidable?
Foto: Soyluiz