Cierra los ojos. Imagínate ahora un enorme lago situado entre una garganta montañosa cuyas respectivos lados -o caídas, usando un término más al uso- parecen escalar hacia el cielo hasta tocar el infinito.
Sus aguas son de un increíble color azul turquesa, más propio de una playa tropical que de un lago entre montañas. Un kayak solitario navega tranquilamente sus aguas calmadas. ¿Te lo imaginas? Tal vez sea un buen momento para vivirlo en persona sin tenerte que ir muy lejos.
Se trata de las Gargantas del Verdon (las Gorges du Verdon en su lengua original), una perla situada entre montañas que bien justifica un viaje a la zona mas al sur de Francia. Se encuentra a prácticamente igual distancia -por carretera- tanto de Marsella como de Niza, alrededor de unos ciento cincuenta kilómetros entre paisajes que ya merecen la pena por si mismos.
¿Dónde esta la magia de este rincón natural secreto? Con el pasar de los años, el río Verdon ha ido erosionando el terreno, creando un paisaje espectacular en determinados puntos. Y uno de estos puntos es precisamente el final de las llamadas Gargantas del Verdon, que concluye con un lago de aguas de color azul turquesa difícil de encontrar en una zona de interior como ésta.
Un buen plan es el de recorrer las gargantas a medida que avanzan entre los paisajes montañosos, empezando por cualquiera de sus extremos. Es igual de recomendable dedicarle al menos un par de días al recorrido para poder ir conociendo los pueblos que serpentean en las zonas próximas a las gargantas: Moustiers, Castellane, Rougon o La Palud-sur-verdon, por mencionar algunos.
Y para darle una nota deportiva al viaje, ten en cuenta que el cañón del Verdon es un destino muy bien valorado para la práctica de deportes como la escalada y una gran variedad de modalidades acuáticas como son el piragüismo y el kayak.
Si quieres apuntarte la visita a una de las maravillas naturales de Francia, lo tienes pero que muy a mano volando con Iberia a Marsella o a Niza. Solo falta elegir fechas y prepararte para un viaje inolvidable.
Foto: Miguel Virkkunen
