Cuenta la leyenda que un joven Erasmus consiguió meterse la ciudad de Roma en el bolsillo en apenas un par de días estirando su presupuesto más allá de lo imaginable. Y cuenta esta leyenda que no pasó hambre. Y que no pasó sed. Y que no dejó de maravillarse con la monumental arquitectura del lugar. Ni tan siquiera tuvo que privarse de catar los helados de una de las más famosas heladerías del mundo: Giolitti.
Porque visitar Roma sin andar sobrado de presupuesto es una opción más que posible cuando sabes elegir dónde poner cada céntimo ahorrado a base de bien. Reservar tus vuelos a Roma con el tiempo suficiente es un sí o sí en todos tus viajes, igual que encontrar un sitio donde dormir sin que esto convierta tu cartera en un coladero. Pero lo cierto es que hay otras tantas formas de ahorrar en tu próximo viaje a Roma.
El plan de visitar el montón de museos y monumentos que hay a lo largo y ancho de Roma no está nada mal entre una salida nocturna y la siguiente. Es una gran forma de estimular el cerebro cuando este parece andar en horas bajas. Teniendo en cuenta que tarde o temprano querrás arrimarte a conocer un poco de la historia de Roma, ¿sabías que con el Carnet Internacional de Estudiante tienes descuentos en muchas, si no en la mayoría de estas visitas? Que no conocer de primera mano la historia de un imperio no sea por falta de presupuesto.
Si no es tu caso –atrás quedaron tus años locos de universidad-, siempre podrás plantearte adquirir el Roma Pass, que también incluye el uso ilimitado del transporte púbico de la capital italiana (autobuses, cercanías, tranvías y el metro). Como valor añadido, con esta tarjeta te ahorrarás una inmensa cola en el Coliseo (solo por esto ya te puede merecer la pena). Aparte del Roma Pass, encontrarás distintos tipos de abonos turísticos para moverte como pez en el agua sin tener que pasar por caja en cada viaje.
En cuanto a tu plan de comidas, en Roma no será precisamente donde el presupuesto vaya a ser el limitante: tienes pizzas, paninis y brochetas para todos los gustos, además de una buena selección de embutidos para darle color a la cosa. Las pizzerías te permiten coger tu comida para llevar y disfrutar del ambiente habitual en las plazas de Roma, incluso tienes la opción de comprar pizza al peso.
Ya lo ves: no hay excusa posible para no dejarte ver paseando por la bella Italia en tu próxima escapada. Reserva tus vuelos a Roma con el tiempo suficiente como siempre sueles hacer, haz las maletas y prepárate para conocer la capital de capitales europea.
Foto | Julius Silver