Todo el día caminando a lo largo y ancho del epicentro del antiguo Imperio romano bien merece un descanso perfectamente programado para disfrutar de uno de los bocados más míticos en la ciudad de Roma: un delicioso y refrescante helado. Pero no de cualquier helado, sino de aquellos que solamente podrás paladear en la tienda de helados más antigua y con más solera en toda la capital: la heladería Giolitti, el auténtico paraíso de la crema helada y el crujiente cucurucho.
Y es que en Roma no es poco frecuente ir con la lengua fuera. Bien por las temperaturas mediterráneas o bien por el frenético ritmo impuesto por la infinita lista de visitas que no querrás perderte, el cuerpo te va a acabar pidiendo un golpe de refresco que le ayude a seguir con fuerzas renovadas. Y dado que la heladería Giolitti es toda una institución en la ciudad, qué mejor forma de refrescarse que hacerlo a golpe de cucurucho.
El local se encuentra situado en el número 40 la Via Uficci del Vicario, cerca de la Piazza della Rotonda y del Panteón de Agripa, así que ve agarrando Google Maps y marca ahora mismo esta heladería como punto de máximo interés en tu ruta. Y es que además de haber actuado como telón de fondo en películas míticas como Vacaciones en Roma (la mismísima Audrey Hepburn pudo dar cuenta de sus pecaminosos gelatos en más de una ocasión), la heladería Giolitti es un establecimiento frecuentado por personalidades a día de hoy. Luces, cámaras y helado de tres bolas, por favor.
Si te quieres lanzar al reto del helado, el cono gigante es la prueba definitiva en esta heladería (hasta cuatro bolas de helado sobre un cucurucho extra grande solo apto para los más fanáticos del helado). Pidas lo que pidas, ármate de paciencia porque en la heladería Giolitti suele verse una consistente cola de adeptos esperando la ocasión de degustar las delicias de la heladería con más renombre en todo Roma. Eso sí, el resultado habrá merecido la pena.
Foto | Phil Wiffen