Tal vez no sea la primera de las islas griegas que te venga a la mente, y sin embargo, es una de las más completas para hacer un poco de todo. Sus calles destilan la historia propia de un lugar por el que pasaron venecianos, ingleses y franceses dejando su impronta, y las playas que hay repartidas por toda la isla son de película. Se trata de Corfú, la isla griega del Mar Jónico que enamora a todo aquel que se lanza a descubrirla.
Al contrario que las islas del Mar Egeo como Mikonos, Creta o Santorini, la isla de Corfú se sitúa en el lado opuesto de Grecia. Exactamente frente al tacón de la bota de Italia, y está bañada por las aguas del mismo mar, el Mar Jónico. Y lo excepcional de Corfú es que lo tiene prácticamente de todo: tiene playas de aguas cristalinas que nada le tienen que envidiar a ninguna otra isla, rebosa historia por los cuatro costados y se presta a una ruta de pueblos tradicionales al ritmo que a uno le apetezca.
Corfú es la imagen perfecta de la isla donde la naturaleza y el mar se convierten en un solo elemento. La estampa clásica de la isla es la que forma un denso bosque adentrándose en una cala de arenas blancas y aguas de auténtico cristal. Además, hay buenas playas tanto en la zona norte de la isla, como las de Agios Georgios Pagon, de Ermones o de Paleokastritsa. Y todas ellas tienen algo en común: sus aguas de color turquesa situadas en la más absoluta naturaleza. Pero ahí no acaba la cosa, ¡que va! En la costa situada al este de la isla tienes las calas de Kouloura y Dassia; o en el sur, las playas de Arkoudilas y de Halikounas, muy apreciada para quienes practican kitesurf.
El caso antiguo de Corfú también merece una buena visita para explorar todos sus rincones, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. ¿Qué es lo que te sugerimos aquí aquí? Para empezar, puedes perderte por sus estrechos callejones buscando la huella que dejaron los ocupantes venecianos, ingleses y franceses a su paso por la isla. Y después, pararte en cualquier terraza a disfrutar de un buen refrigerio.
Y si quieres darle un poco de acción a tu viaje a Corfú, no hay un plan mejor en la isla que recorrer sus playas en lancha motora. Puedes alquilar un bote en Dassia (a diez minutos del centro histórico de Corfú) y pasar el día descubriendo las calas más hermosas de toda la isla por tu propia cuenta. El chapuzón de ensueño está más que garantizado.
Corfú lo tiene todo sin tener que abandonar la isla ni un solo minuto, así que ¿buscamos vuelos para que no te lo tengan que contar? Reserva tu viaje a Corfú con Iberia y ¡disfruta de los encantos del Mar Jónico!
Foto: Balate Dorin