De ruta por Guatemala

Boca Barra de Río Dulce. Ahí desembocan las aguas que bañan una singular población guatemalteca, solo accesible por mar. Para los jóvenes que dispongáis de tiempo y gocéis con la aventura, os proponemos organizar una escapada a Livingston (Izabal). Su peculiar filosofía de vida, que mezcla la paz, la diversión y la fiesta, da para momentos varios muy de ruta mochilera, muy de amigos.

Lo llaman «el Caribe de Guatemala«. Livingston se encuentra en el departamento de Izabal, a 65 kilómetros por tierra y unos 15 por mar de Puerto Barrios, la cabecera departamental. Para llegar desde la capital, ciudad de Guatemala, primero hay que poner rumbo a Izabal, a unas 5 horas en coche de Nueva Guatemala de la Asunción (como se conoce oficialmente a la principal ciudad el país). A 10 minutos de Izabal en vehículo se encuentra Río Dulce, y de ahí la única manera de llegar hasta Livingston, ya en el mar, es en lancha. ¿A que suena a planazo?

El paseo en la embarcación es ya fascinante. De camino veréis monumentos interesantes, como el castillo de San Felipe; surcaréis islas y bahías; y os acercaréis a maravillas naturales como Aguas Calientes, unas aguas termales naturales en las que podréis bañaros y pasar un rato genial.

Ya en destino, en la zona abundan los planes por hacer, siempre a un ritmo pausado, jovial. Desde paseos por la selva, baños en los Siete Altares (una reserva natural), recorridos en pequeñas canoas y así, un largo etcétera. En Livingston podréis probar el “Fresco de Pepita”, una bebida típica del lugar. Lo haréis en la paradisíaca Playa Blanca, mientras vuestros dedos rozan la arena blanca y cálida de su orilla.

Así es Guatemala: un destino que habla al oído a los jóvenes aventureros. Para descubrirlo, no olvidéis reservar vuestro vuelo al mejor precio con Iberia. No habrá lugar para el arrepentimiento.

Foto | Moonjazz