De entre todas las escapadas que puedes plantearte desde Bruselas, Gante es una de las que vas a tener más a mano estando situada a no más de sesenta kilómetros de distancia…así que hoy te traemos otra buena razón para acercarte a conocer este destino mágico.
Gante es una ciudad llena de vida, con un inconfundible espíritu universitario que se deja ver en la enorme cantidad de cervecerías y restaurantes que rebosan actividad durante el día y la noche. Y además de ofrecer el encanto de las ciudades medievales que invitan a perderse y volverse a perder por sus estrechos callejones, Gante tiene muchos otros atractivos que la hacen digna de una visita (entre ellos, ser un verdadero paraíso para los más chocolateros).
De todos los planes recomendables para conocer la esencia de Gante, uno de los más recomendables es el de acercarse a conocer el barrio de Patershol. Este pintoresco barrio, que fue en su momento el centro de reunión para el gremio de tejedores -quienes formaban la gran mayoría de sus habitantes-, es ahora uno de los puntos más elegantes de la ciudad, y está plagado de tiendas, bares y restaurantes de todos los tipos. Ah, y no nos olvidemos de los canales que serpentean entre medias para acabar de dar forma a la postal perfecta.
El barrio es toda una referencia internacional a nivel gastronómico. Dada la gran cantidad de restaurantes que se suceden a lo largo de sus calles, en Patershol se pueden encontrar opciones para todos los gustos: internacionales -cocina italiana, japonesa o tailandesa, entre muchas otras especialidades- y locales, con la comida flamenca en primer plano. Menciona un tipo de comida y seguro que la encuentras representada en al menos uno de sus restaurantes.
Después de una buena degustación de platos tradicionales y modernos, el barrio se presta a un paseo tranquilo por sus calles, caminando entre sus parques sin mayor prisa y admirando la arquitectura propia de la zona. De entre las visitas que no querrás perderte, acércate a conocer el Castillo Gravensteen para un viaje relámpago a la Edad Media. Ya por la tarde, la rutina manda acercarse a una cafetería a tomar cualquiera de sus muchas variedades de café, quizás acompañar con unos tradicionales kroakemandels (guisantes fritos) y dejar que la tarde vaya dictando el plan para el segundo asalto gastronómico del día.
¿Qué tal si nos acercamos juntos a conocer uno de los rincones gastronómicos con más estilo y esencia medieval de todo el mundo? Escápate a Gante desde Bruselas y ve preparándote para todo lo que el barrio de Patershol tiene para ofrecerte.
Foto | Nicolas Vollmer