Espectaculares vistas de Maderia desde sus Levadas

Está perdida en pleno Atlántico, un poco antes de alcanzar las Islas Canarias, y tiene muchísimo que ofrecer para quienes dan el salto a conocerla. Se trata de Madeira, un conjunto formado por cuatro pequeñas islas -con una de ellas destacando por encima de las demás- perdidas en medio del mar, pero con cientos de planes para pasar unas vacaciones sin un minuto desaprovechado.

La isla principal de Madeira es de origen volcánico, su frondosidad se aprecia desde el cielo -es totalmente verde debido a la gran cantidad de bosques que cubren la islay sus acantilados son espectaculares. Además, tiene un clima estupendo y se come a las mil maravillas (al estilo portugués: delicioso, en grandes cantidades y barato).

Una vez en Madeira, no dejes de visitar su capital, Funchal. Recorre la zona velha (el casco antiguo, para entendernos) y déjate sorprender por el arte urbano que decora las puertas de los edificios dándole un aspecto de lo más colorido a la ciudad. También es recomendable visitar el Mercado dos Lavradores, famoso por la variedad y la calidad de sus productos (más de trece mil reseñas en Google son la mejor muestra de su gran atractivo, ¡no te lo pierdas por nada del mundo!). Ah, y no olvidemos la vida nocturna de Funchal, que bien merece un capítulo aparte.

Algo que tampoco querrás perderte en Madeira son sus piscinas naturales, como las de Porto Moniz, en la punta más al norte de la isla. Son una auténtica pasada de piscinas volcánicas, y están perfectamente acondicionadas con escaleras, vestuarios y taquillas. La experiencia perfecta para gozar del mar sin preocuparse por el oleaje.

Pero si hay algo espectacular en Madeira, eso son sus espectaculares “levadas”. Se trata de antiguos acueductos que recorren toda la isla y que en la actualidad representan más de 1.400 kilómetros de canales por los que hacer senderismo, y son la forma más auténtica de conocer la isla desde todo lo alto.

La levada más famosa es la Levada de las veinticinco fuentes, de unos diez kilómetros de extensión. La ruta por esta levada está cargada de bosques, cascadas y piscinas naturales. Otra buena opción es recorrer la Levada do Caldeirao Verde, que comienza en el Parque forestal de las Queimadas. Es una levada prácticamente plana, así que es asequible para todo el mundo.

Como tercera opción, la Levada do Norte es otra de las más famosas en Madeira dada su antigüedad. Tiene unos doce kilómetros de extensión, así que se puede recorrer en unas dos o tres horas a buen ritmo.

Eso sí, visitar las levadas de Madeira requiere llevar unos básicos indispensables: ropa impermeable, protector solar, bañador (dependiendo de cuando vayamos), calzando cómodo y algo para comer.

¿Te animas a conocer la isla de Madeira en todo su esplendor natural? Pues ve cogiendo tu ropa de senderismo y ¡reserva ya tus vuelos, que nos vamos!

Foto: Franky1st