Excursión de un día a la magia de Nikko

Dedicado a los que, aprovechando los descuentos de Iberia Joven y la nueva ruta de la compañía, van a tener la fortuna de viajar a Tokio.

Ya sabéis lo que nos gusta recomendaros excursiones de un día desde las grandes capitales a las que volamos. Pues bien, con Tokio la elección ha sido fácil. El primer destino que nos ha venido a la mente, accesible en tren desde la capital de Japón, es la meca de los templos espectaculares: Nikko.

En honor a la verdad, ir de templos en Japón es caro. En la mayoría hay que pagar entrada, a excepción de algunos casos aislados como el colorido Daisho-in, en Miyajima. Sin embargo, todos y cada uno de los templos de Japón merecen muchísimo la pena. Junto a los santuarios sintoístas, los templos budistas son los edificios religiosos más numerosos, famosos e importantes en Japón. Y de todos ellos, de tener que elegir algunos, probablemente nos quedaríamos con los de Nikko, fácilmente accesibles como excursión de un día desde Tokio.

Nikko es simplemente fascinante, una visita imprescindible. Es fácil perderse toda una mañana y pasar horas recorriendo sus rincones, quedándose embobado ante sus figuras, con su pan dorado y la frondosidad de su entorno (de hecho, la ciudad se encuentra en las montañas de la prefectura de Tochigi). La joya de la corona es Toshogu, el santuario más ricamente decorado de Japón. Aunque maravillosa todo el año, la zona de Nikko y alrededores es especialmente atractiva con los colores del otoño (lo que los japoneses llaman «koyo»), fenómeno que suele comenzar a finales de octubre y que se prolonga durante el mes de noviembre.

¿Cómo llegar?

Nikko queda a 125 kilómetros al norte de Tokio. Se puede llegar en tren con los «Tobu Railways» (desde la estación de Asakusa) y los «Japan Railways» (JR). Con Tobu hay trenes rápidos cada hora, que cubren el trayecto en 120 minutos. Para aquellos que tengáis el «Japan Rail Pass», lo que os interesará será tomar el JR Tohoku Shinkansen (desde las estaciones Tokyo o Ueno) hasta la estación Utsunomiya, para de ahí cambiar a la línea Nikko (también de JR). El recorrido dura alrededor de 100 minutos.

Nikko y sus detalles llenan Japón de magia. Sus bosques, envueltos en misterio, invitan a pasear, a conocer y a fotografiar. Dejaos arrastrar por la energía del lugar y disfrutad de este lugar de cuento. Volad a Tokio con Iberia Joven.

Foto| Gilad Rom