No es una discoteca, un bar o una atracción turística, sino algo mucho mejor: toda una calle que cruza parte del centro de Atenas de arriba abajo y que por las tardes entra en un estado de auténtica ebullición. Te hablamos de la calle Aiolou, uno de los que deben ser tus puntos de referencia en tu próximo viaje a la capital griega.
Hay muchas razones para asomarse a conocer uno de los países con más historia del mundo. Las islas griegas merecen una mención aparte –Creta, Rodas, Mykonos o Santorini– ya que por sí mismas justifican tener que pasar por Atenas. Puedes conocerlas en modo crucero o alojándote unos días en aquellas que quieras conocer más a fondo (no todas son lo que se dice pequeñas). Playas de aguas transparentes, una cultura milenaria y la riquísima cocina griega desbordando por los cuatro costados.
Incluso hay mucho más aparte de acercarse a conocer las islas griegas. Hay al menos un par de excursiones únicas desde Atenas: conocer el Peloponeso y acercarse a visitar el conjunto histórico de Delfos, una maravilla de las que dejan mella en el recuerdo. En el primer caso tendrás que desplazarte hacia el oeste para conocer la ciudad antigua de Micenas, pasando por el Canal de Corinto (increíble su altitud y el agua turquesa que se ve ochenta metros más abajo). En el segundo –Delfos– tendrás que subir hacia el norte, unas dos horas de coche que te parecerán poco para el conjunto histórico que vas a encontrar: el antiguo oráculo y todas las construcciones aledañas con varios milenios a sus espaldas.
Y cuando tengas todo esto bien visto, un par de días en Atenas serán muy necesarios para poner el broche final a un viaje único en la vida. Después de darte un delicioso baño en el rooftop de tu hotel con vistas a la Acrópolis, el cuerpo te pedirá un poco de acción. Y para acción, la que encontrarás en la calle Aioluo, una estrecha vía en su mayoría peatonal donde vas a encontrar todo lo que necesitas para una tarde-noche de diversión.
Te recomendamos comenzar tu paseo por arriba, donde nace la calle Aiolou, e ir bajando de una tranquila caminata. Donde detenerse ya es cosa tuya: puestos de comida ambulante, heladerías, restaurantes y bares de todo tipo. La calle termina en la Plaza de la Antigua Ágora, donde encontrarás terrazas a tutiplén. Además estarás a pocos metros de las dos antiguas ágoras -la griega y la romana-, y el famoso barrio de Plaka quedará desde la plaza a tan solo unos pocos pasos de distancia.
Todo lo que digamos sobre Atenas es poco, así que mejor que te pongas las pilas para no perdértelo este año.
Imagen | ReyPerezoso