El plan es…
Estudiar en Shanghái.
Realizar prácticas en la capital económica de China.
Hacer una ruta por aquel país del lejano oriente, siendo Shanghái una de las etapas del viaje.
Sea cual sea la respuesta escogida, la visita al M50 Creative District es una actividad que pega con todo. Espacio difícil de definir, por eso de que las etiquetas convencionales no le harían justicia, se podría considerar algo así como una “metagalería”, es decir, la galería de las galerías de arte.
Lo mejor es ir en taxi, sobre todo teniendo en cuenta lo barato que sale en Shanghái este tipo de transporte. Respecto al cuando, lo molón es acudir en domingo, siempre teniendo en cuenta que las galerías cierran pronto. Por tanto, después de comer no vale hacerse los remolones: lo suyo es levantarse y poner rumbo a Moganshan Road. Como turista, lo recomendable es subirse al taxi con el nombre del lugar al que se va escrito en chino (tan fácil como buscarlo en internet, hacer un pantallazo en el móvil y mostrar la foto resultante al conductor). Una vez en destino, ya solo queda disfrutar del ambiente, de lo más interesante. Con mogollón de gente joven por las calles, está claro que los chinos más modernos de cada casa se pasean por el lugar.
En el M50 Creative Park se encuentran sin duda algunas de las mejores exposiciones del país, lo último de lo último. Puestos a escoger entre las propuestas jóvenes del lugar, uno de los rincones más originales es quizá “Island6”, en el edificio del mismo número, en cuyas salas se muestra el arte totalmente emergente de un colectivo de artistas súper, súper divertido. Por otro lado, algunos de los locales de “Mo-gan-shan-lu” (calle Moganshan, en chino) son cafés con diseño y estilo, siendo UNDEF/NE uno de los más vanguardistas.
En definitiva, la visita al M50 Creative District (50 Moganshan Road) constituye una de las cosas más estimulantes que se pueden hacer en un destino tan fascinante y futurista como Shanghái. ¿El mejor pasatiempo? Observar a la gente, sus estilismos, su rollo… todo muy Iberia Joven.
Foto | Marita Acosta
