Pasa un día de feria en Coney Island

Nueva York es una de esas ciudades donde siempre queda algo por lo que sorprenderse, un destino colmado de secretos donde conviven en armonía estampas sobrehumanas, como sus colosales filas de rascacielos, junto con otros recursos más propios de la cultura popular como en el caso de Coney Island, la peculiar península playera situada en el extremo sur del barrio de Brooklyn que destaca por su estilo de una época pasada.

Coney Island se encuentra a unos cincuenta minutos en metro desde Manhattan, y llama la atención tanto por su extenso paseo marítimo como por su famoso parque de atracciones, Luna Park (reabierto en 2008). Y es que esta zona apartada de la vida de urbe lleva siendo un centro recreativo desde alrededor de 1800, alternando épocas de máximo esplendor (era destino de la élite neoyorquina del siglo XIX) con épocas de la más absoluta decadencia, llegando a resultar poco aconsejable frecuentar esta zona en determinados años donde el parque mantuvo sus puertas cerradas.

Se dice, además, que en Coney Island está el auténtico origen de los perritos calientes, cuando el inmigrante alemán Charles Feltman comenzó a venderlos con su carrito allá por el año 1867. Actualmente, Coney Island es la escapada perfecta para pasar el día desde la isla de Manhattan o Brooklyn, recorrer su extenso paseo marítimo disfrutando de la música improvisada en directo y probar tu suerte en las atracciones del parque Luna Park. Además, si eres medianamente cinéfilo, Coney Island te traerá al recuerdo de películas míticas como Big, de los años ochenta, o Requiem por un sueño, de unos años más tarde.

La Pequeña Odesa, como se conoce a esta zona debido a la fuerte inmigración desde países del este de Europa, es un lugar perfecto para los amantes de lo extravagante, con el encanto de un enclave que aún quiere revivir sus tiempos dorados. Así que si estás en Nueva York, deja cualquier tipo de prejuicio a un lado, coge el metro y date el salto a conocer Coney Island para pasar un día único en la vida.

Foto | Nithin Shenoy