Estamos ante una pequeña gran calle de la ciudad de Palma, capital de la siempre interesante isla de Mallorca. Al pisarla, recorrerla y pasearla, sus atractivos no pasan desapercibidos. Nos referimos a los rótulos vintage de sus tiendas de segunda mano, a sus cafés tradicionales y con encanto y, en general, a su oferta de pequeño comercio, tan recomendable.
Costa de la Pols es una travesía de Les Rambles, una de las avenidas principales del casco antiguo de Palma (que, dicho sea de paso, es uno de los más grandes y mejor conservados del Mediterráneo). Como su nombre indica (costa significa cuesta), Costa de la Pols está en pendiente, lo que no impide que sea una calle muy útil para hacer compras y tomar algo. Estrecha y coqueta, es fácil de visitar. A unos pasos del Teatro Principal, arranca con la popular Librería Fondevila, el lugar donde comprar los libros para la universidad. A escasos metros tropezamos con la primera de sus tiendas de ropa y mobiliario vintage, Sa Costa, Antiguitats i Disseny, un espacio algo loco y laberíntico, forrado de objetos curiosos que combinan a la perfección tradición y espíritu joven. Muebles, ropa, esa pieza retro interesante…Continuamos el paseo y nos encontramos con la Xurreria Rosaleda, una chocolatería que lleva años atendiendo colas de clientes satisfechos, gracias a sus generosos churros y sus humeantes tazas de oro marrón y espeso. Finalmente, si la idea es tomar algo y charlar, picar unas tapas con los amigos, sentarse un rato con un café y el portátil, estudiar o, simplemente, brindar porque hoy es hoy, el Café Antiquari nos gustará (está decorado con antigüedades molonas).
Con la parada en el Antiquari nos adentramos ya en el Carrer Arabí, y ese es otro rincón de Palma… Una ciudad que invita a acumular historias con buen tiempo, viajar por estudios y regresar con mil experiencias inolvidables y ser un Erasmus feliz. Palabra de Iberia Joven.
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Foto| Marita Acosta