Un día perfecto en Lieja

Lieja es una excursión muy cómoda desde Bruselas, ¡está tan cerca de la capital! Ambas quedan a una hora en coche, mientras que en tren no se tarda mucho más, por lo que siempre tienes la opción de llegar a la ciudad belga en transporte público para así, ahorrar un dinerito. Hablando de trenes, hazle muchas fotos a la estación de Lieja Guillemins, obra de Santiago Calatrava, el archiconocido arquitecto catalán. En el interior del edificio, cubierto por una cúpula de aspecto orgánico, como si de un ser vivo se tratara, te recomendamos tomar las escaleras mecánicas que conducen al primer piso para así observar, a vista de pájaro, la confluencia de las vías bajo tan impactante y blanco caparazón, creación de un maestro concibiendo espacios.

¿Y qué se puede hacer en esta popular ciudad universitaria?

En esta popular ciudad, bañada por el río Mosa, se puede hacer de todo un poco. Aparte de visitar la citada estación, vale la pena acercarse a conocer la Colegiata Saint-Barthélemy de Lieja. ¿Por qué? Porque dicen que de las iglesias de la ciudad, esta es la más antigua y la más bonita.

También puedes poner a prueba tu estado físico y subir los 373 empinados peldaños que conducen a la montaña de Bueren, ¡es deporte gratis! Una vez arriba y tras recuperar el aliento, las vistas desde la Ciudadela son de escándalo, ¡dan para una buena panorámica!

No olvides comer un buen gofre de Lieja y probar en alguno de sus diferentes sabores frutales (y con moderación) el peket, una ginebra típica de la zona. Como alternativa al famoso gofre, la zona cuenta con una crepe muy rica que llaman “bouquette” y que vale la pena catar. Frías o calientes, son deliciosas.

Tanto los gofres como la bebida y la crepe se pueden adquirir en los puestos callejeros.

No querrás irte de Lieja sin visitar su Catedral, Saint-Paul de Liège. Ni tampoco sin sentarte a tomar algo caliente en lugares como el Darius Café (Rue Charles Magnette, 1 C), un rincón joven y desenfadado situado a tan solo unos pasos del monumento religioso más importante de la ciudad.

Recuerda: alejarse de los estudios es fácil. Basta con hablar con los amigos, ponerse de acuerdo y pasar un día perfecto practicando la vida Erasmus en Lieja. ¡No te arrepentirás!

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Foto| Magdalena Roeseler