Fue Diógenes quien dijo que “la cultura es un saber del que no tiene uno que acordarse. Fluye espontáneamente”. En el caso de un destino joven como México, su Cineteca Nacional es uno de esos lugares en los que la cultura nace, crece, se reproduce y campa a sus anchas. Cursos, seminarios, gente interesante, modernidad, creatividad y sobre todo, mucho, mucho cine.
Se trata de un espacio alegre, divertido y ciertamente vivo, siendo una de las razones, quizá, que los estudiantes gozan de interesantes descuentos en la entrada. Sea cual sea el motivo, la realidad es que los exteriores de la Cineteca Nacional de México son una zona de reunión muy querida por la gente joven, que se concentra al fresco para sentarse, charlar y compartir momentos y experiencias. El Foro al Aire Libre Gabriel Figueroa es uno de sus espacios más recomendables, ya que las películas que allí se exhiben no tienen ningún coste para el público. La Cineteca Nacional de México es además un lugar para la formación universitaria, ya que cuenta con el Departamento de Extensión Académica, encargado de la organización de diplomas, cátedras y talleres, impartidos todos por expertos en el séptimo arte.
Llegar hasta la Cineteca Nacional es fácil y barato. Ubicada en la Avenida México 389, la estación del metro más cercana es Coyoacán, de la línea 3, aunque también existe la posibilidad de moverse sobre dos ruedas, ya que la cercana calle de Mayorazgo cuenta con dos cicloestaciones de ECOBICI, el sistema de bicicletas públicas compartidas de la Ciudad de México.
En cuanto a Coyoacán, es el México DF más fascinante. En sus confines, al sur de la ciudad, se encuentra la Ciudad Universitaria de la UNAM, un campus tan especial que en 2007 fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Entre otros motivos, su excepcionalidad radica en que, a pesar de ser una obra moderna, su construcción es también el matrimonio perfecto entre tradición y vanguardia.
Ciudad Universitaria cuenta con su propio sistema de transporte, que incluye un servicio de préstamo gratuito de bicicletas. Por último, vale la pena destacar que los alrededores del campus son además un gran pulmón verde, una zona muy agradable para pasear, hacer deporte, leer al aire libre y estudiar. De hecho, una tercera parte de su territorio lo ocupa la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel.
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Foto | Diógenes
