Cornualles es un lugar mágico, una de las escapadas más bonitas que ofrece Inglaterra. Pintoresco y divertido, en Cornwall todo es posible: puestas de sol, excursiones por la costa, mucho aire libre, paisajes de postal, y un montón de buenos momentos con los amigos. Todas ellas son actividades complementarias para los que estudian, sea inglés u otra cosa, en el Reino Unido. ¿Quién se anima?
Preparar una ruta por Cornualles es fácil. Una de las primeras incógnitas a despejar es cómo moverse y, aunque se puede hacer en transporte público, al alquilar un coche entre varios amigos, la cosa es más práctica y no sale nada caro. ¿El único reto? Conducir por la izquierda, ¡qué no es poco! Así que, ante todo, precaución.
Cornwall es un rincón de cielos azules, de faros y de artistas. Las gaviotas campan a sus anchas, se come muy buen marisco y pescado, además muy barato (lo que es perfecto para el bolsillo del estudiante). Entre bocado y bocado, el plan es ir de pueblo bonito en pueblo aún más bucólico. De entre todos ellos, una localidad destaca por méritos propios: la mítica St. Ives. Tan encantadora población pesquera goza además de un interesante ambiente cultural, por lo que marcará uno de los hitos en esos recuerdos que se generan con motivo de un Erasmus en Inglaterra, o de un curso de inglés en el sur del Reino Unido. La mismísima Tate Gallery posee allí una de sus sucursales (en Porthmeor Beach). Los estudiantes gozan de un descuento de un par de libras en la entrada, ¡menos es nada!
Otro lugar muy conocido es el faro de Godrevy, quizá la foto más famosa de todo Cornualles. La construcción, inaugurada en 1859, dicen que inspiró la novela Al faro, de Virginia Wolf.
En definitiva, la excursión a Cornualles es imprescindible. ¡Vuela a Londres con Iberia y escápate a este rincón inolvidable!
Foto | Chris Combe