
Cuba, menudo país. Hemos hablado de su mar y de su montaña y de hacer excursiones a Viñales (rural) y a playa Ancón (sol y arena). Pero como no hay dos sin tres, ¿qué tal rizar el rizo, montarse en un pequeño avión desde La Habana y plantarse en Cayo Largo, uno de los lugares más increíbles de Cuba? Recuerda que siempre estás a tiempo de vivir una aventura.
El pequeño cayo, en pleno Caribe, se encuentra situado frente a la costa sur de Cuba. ¿Qué se puede hacer en Cayo Largo? La pregunta ofende. La lista de planes incluye: orillas de aguas increíblemente cristalinas plagadas de frondosos manglares, como las de playa Sirena, una de las más espectaculares del país; fotos con iguanas que se relajan en la arena (en Cayo Iguana); divertidas excursiones en barco con entretenimiento a bordo; o inolvidables puestas de sol.
De entre las actividades que se pueden llevar a cabo en Cayo Largo, nos quedamos con dos:
1) Los paseos en kayak. En playa Sirena, el salvaje enclave que se halla en el lado oeste del cayo, tendrás la oportunidad de practicar todas esas actividades acuáticas tan divertidas, entre ellas la de coger una piragua y darle rienda suelta al remo. Solo desde un kayak se logran según que contactos con el mar, las playas y la costa, además de que se trata de un ejercicio de lo más recomendable.
2) El buceo. Aunque nadando con gafas y tubo ya alucinarás, si practicas el submarinismo, en Cuba estás de suerte. Cayo Largo tiene su hijo predilecto para la práctica de este deporte, que no es otro que el Parque Nacional Marítimo en Punta Francés, un espacio protegido que garantiza algunas de las inmersiones más espectaculares del mundo. Entre arrecifes, la cantidad y variedad de vida marina es apabullante.
Ya sea porque andas de gran viaje por Cuba, o porque estudias en el país, cualquier oportunidad es buena para conocer los rincones de un lugar del mundo que es un auténtico diamante en bruto.
Cuba, menudo viaje.
Foto | Alessandro Caproni