Lisboa, paraíso de los jóvenes surferos

El hecho de que Lisboa sea la capital de Portugal supone grandes ventajas y algunos inconvenientes. Por un lado, su protagonismo la hace algo más cara que otras ciudades portuguesas pero por otro lado, Lisboa comparte con sus jóvenes habitantes las oportunidades de una urbe importante: cultura a raudales, música en vivo de la buena, divertidas actividades en la calle, deportes…

Una de las mejores cosas que tiene Lisboa (más allá de lo que se cueza en la ciudad) es la cercanía de la arena y del “mar”. Las “playas” lisboetas (recordemos que en realidad se trata de los últimos kilómetros del río Tajo) y de los alrededores son un hervidero de vida sana y deportes al aire libre, algunos de los cuales salen muy baratos si se dispone de tarjeta Erasmus.

La competición entre las playas cercanas a Lisboa es muy reñida, sobre todo en lo que a la práctica del buen surf se refiere:

Praia de Carcavelos

Al oeste de Lisboa se encuentra esta enorme playa, muy popular entre los jóvenes. Es la más conocida de las costas de Lisboa, gracias en parte a su proximidad a la capital, y en ella las olas son muy seguras, de ahí que sea un imán para montones de surfistas principiantes.

Costa de Caparica

Algo más lejos se extiende la Costa de Caparica, lugar ideal para una primera lección de surf. Su gran extensión, sus dunas y su arena blanca hacen de Caparica un perfecto día de playa cerca de Lisboa, desde cuyo centro se accede en coche (25 minutos) o en autobús (40 minutos).

Ericeira

Al norte de Lisboa, en los alrededores de este encantador pueblo de pescadores, se concentran abundantes sitios donde practicar el surf, tales como la playa de São Lourenço, Coxos, Pedra Branca o Foz do Lizandro.

Estas playas, prácticamente desiertas, son tremendamente populares entre los jóvenes surfistas, más aun en temporada baja. En vehículo están a tan solo 45 minutos de Lisboa y la mejor opción es alquilar un coche entre varios amigos, con lo que la excursión no sale nada cara.

Foto| Ellen Munro