Estudiantes, jóvenes de viaje de estudios, amigos, becarios… Este podría ser vuestro plan de una tarde cualquiera en París, oh París.
Tomar el metro hasta Les Halles (estación de Châtelet), en pleno centro de París.
Tomar la salida número 2, a la altura del centro Georges Pompidou.
Callejear por la zona.
Entrar en contacto con su espíritu joven.
Les Halles, al igual que su vecino bohemio Les Marais, tiene encanto para dar y regalar. Muestra de que «el que tuvo retuvo», no es de extrañar que, con un pasado tan ligado al comercio (fue un mercado de mayoristas hasta mediados del siglo XX), hoy en día siga siendo un barrio excelente para ir de tiendas y hacer compras originales. Mad Vintage (66 Rue St Denis) es una de las tantas tiendas de ropa de segunda mano que encontraréis durante vuestro callejeo por la zona de Châtelet- Les Halles. Otra es Wasted (5 Rue de Turbig), que vende ropa de hombre con mucho rollo, pensada para skaters y demás espíritus libres. Los libros de segunda mano, aquellos que ya han sido vividos, soñados, reídos y llorados, también tienen su hueco en este barrio del corazón de París. Dicho hueco, que esconde montañas de pequeños tesoros, tiene un nombre: La Galcante, boutique du musée de la presse.
Y caminando caminando nos tropezaremos con los tubos y colores de la fachada con cara de entrañas del vanguardista Centro Pompidou de París. Os gustará saber que el primer domingo del mes la entrada a una de las mejores colecciones de arte moderno y contemporáneo del mundo, repartida en 6 plantas, es totalmente gratuita. Los que paséis por ahí entre el 21 de junio y el 23 de octubre de 2017, tendréis la suerte de poder ver la retrospectiva de uno de los artistas más hilarantes del panorama mundial: el gran David Hockney. ¡No os la perdáis!
Al caer la noche, París no pierde matices. Para rematar el día, que mejor que una cena con amigos a la sombra del Pompidou. Junto al museo abre sus puertas el moderno restaurante Dame Tartine (2 Rue Brisemiche), y lo hace de lunes a domingo. Sentados en su terraza, no dejéis de observar (y fotografiar) el mural de arte urbano que decora una de las paredes frente al local.
Y así, colorín colorado, por el corazón de París hemos viajado y de él hemos disfrutado. Au revoir!
Foto | Benson Ho