San Nicolás, la calle de las tiendas bonitas

¿Qué pasa en enero? Pues que llegan las esperadas rebajas, el momento perfecto para que los estudiantes podáis aprovechar y hacer muchas compras al mejor precio, actividad que constituye un auténtico placer si vuestro destino Erasmus es Palma.

La mejor manera de recorrer el centro de la capital de Mallorca es a pie, paseando a fuego lento. Tanto es así, que las zonas peatonales de Palma están ganando terreno y con ellas, las pequeñas tiendas con estilo, que cada día gozan de una presencia mayor. Un buen ejemplo es la calle San Nicolás y sus alrededores, una zona muy céntrica de la ciudad, cerrada al tráfico, donde los jóvenes encontraréis ropa nueva y de segunda mano, complementos, objetos de decoración y regalos, siempre piezas originales que nada tienen que ver con las franquicias que en la actualidad monopolizan mucha de la oferta de las medianas y grandes ciudades. Para la ropa usada, una de las tiendas más conocidas es Piel de Gallina, que lleva ya unos años vistiendo a los jóvenes más alternativos de Palma. Lo más nuevo lo hallaréis en boutiques como The Closet o Bossa, entre otras.

El área toma su nombre de la coqueta iglesia de San Nicolás, una gran desconocida, ya que podría decirse que se encuentra al margen de la ruta turística más trillada. Eso le confiere encanto y magia, así que vale la pena darle una oportunidad y visitarla. El monumento muestra huellas de diferentes estilos arquitectónicos, como el gótico o el barroco. Por otro lado, a la parroquia la acompaña su propia leyenda, al encontrarse en uno de sus laterales la conocida como “roca sagrada” o piedra en la que Santa Catalina Tomás -toda una referencia histórica de la isla- se sentaba a rezar, y que hoy es un símbolo curioso de la zona.

San Nicolás y alrededores gozan de un encanto que solo es posible en el mediterráneo, donde el ambiente invita a hacer vida en la calle, a pasear, disfrutar de una terraza al sol todo el año y quedar con los amigos en alguno de sus cafés con encanto. Todo ello con el valor añadido de sus comercios tradicionales, como lo es la juguetería antigua La Industrial, cuyo curioso escaparate capta la atención de todos. Los bombones de La Pajarita, otra tienda que es un clásico de la ciudad, son un pecado… Y hablando de pecados, no olvidéis comprar vuestras ensaimadas en el vecino horno de Santo Cristo, ¡son deliciosas! Por otro lado, para comer a buen precio, el coreano Bibap es siempre una buena opción, como lo es el café restaurante Nanas, con sus contundentes platos del día.

En definitiva, Palma ofrece pequeñas calles de tiendas con encanto como Sant Nicolau. La gente joven local la elige para sus compras, así que haced lo mismo y disfrutad con ello de la atmósfera más genuinamente mallorquina.

Foto: islikemint