Shanghái es un destino de lo más exótico, poco usual (para quienes vivimos en esta otra esquina del mundo) y lleno de planes y actividades como para dedicarle todo el tiempo que se te antoje…y aún así te acabará faltando tiempo para conocer cada uno de sus rincones.
Y es que no exageramos al afirmar que Shanghái es de lo que no hay, con todo lo bueno de las ciudades donde lo antiguo y lo moderno contrastan más allá de lo imaginable. Si por la mañana te encuentras entre edificios de colores pintorescos, templos y jardines donde hallarse a uno mismo, sin duda estarás sobre la llamada Old City, la zona histórica de la ciudad y epicentro de la cultura tradicional china. Tómate un té disfrutando de las vistas a nuestra salud.
Unas horas después, quizás te encuentres acariciando las nubes de Shanghái en lo alto de un interminable rascacielos, contemplando la enorme ciudad en toda su extensión iluminada como un gigantesco farolillo en plena noche. Ahora estás en la zona de Pudong, una muestra del carácter futurista que puede llegar a adquirir la ciudad cuando abandonamos el marco de lo antiguo propio de la Old City.
Y entre la festiva algarabía que genera esa lucha constante entre tradición y modernidad en Shanghái, siguen siendo frecuentes los espacios verdes donde acercarse a descansar escuchando poco más que el sonido del agua discurriendo por sus riachuelos. Y un buen ejemplo que debes conocer es el Parque Fuxing, una válvula de escape donde echar las horas muertas en tu viaje a Shanghái.
El parque fue una concesión de la ciudad a la comunidad francesa a principios del siglo XX, por lo que llama la atención la convivencia de elementos clásicos de la cultura china con recuerdos de los jardines de Versalles. Aparte de tomártelo con calma disfrutando de la tranquilidad del lugar, en el Parque Fuxing podrás visitar el Colchón de flores, el Estanque del loto y la Alfombra de flores, tres espectaculares ambientes inundados de flores, esencias y colores.
Como ves, en Shanghái lo tienes todo: desde la cultura tradicional china en Old City hasta el moderno centro de negocios en Pudong, pasando por sus inmensos jardines en los que perderte a pasear en las horas de asueto. ¿Necesitas más alicientes para tu próxima aventura asiática?
Foto | Artem Bali