Vive la cultura del graffiti en Bogotá

Ya te hemos hablado en otras ocasiones sobre el espíritu musical de Bogotá, una ciudad donde la rumba está presente casi en cualquier rincón. También de La Candelaria, el centro de la vida bohemia en la capital donde dejarte llevar al ritmo de la música callejera; e incluso te hemos contando lo cómoda que es esta ciudad para desplazarte en un medio de transporte tan económico y sostenible como la bicicleta. Mucho que hacer en un destino único por muchas razones.

Y para continuar descubriendo la ciudad desde un punto de vista urbano, de la contracultura y el arte callejero más auténtico en Colombia, en tu próximo viaje a Bogotá piensa en dedicarle al menos un día a visitar el museo por excelencia en la capital colombiana: sus propias calles, con sus edificios y murales que lucen coloridos a través de las obras de algunos los artistas del graffiti más conocidos en el mundo. Una forma de ver el mundo desde los ojos del artista callejero quien, de las formas más sorprendentes, consigue transmitir su mensaje a golpe de esprai.

Si te sorprende dedicarle una pequeña parcela de tu viaje a la pintura callejera, recuerda que el graffiti se ha convertido en Bogotá en una de las principales motivaciones de muchos viajeros para desplazarse hasta allí. ¿Pensabas que no había más allá de Nueva York en el mundo del arte urbano? Ni mucho menos: Bogotá está convirtiéndose en un enclave de arte urbano emergente, creciendo a ritmos de gigante en los últimos años.

Desde el mismo centro histórico de la ciudad, la Plaza Bolívar (punto de especial interés por sus graffiti de índole política) o el Centro Internacional, las obras de arte urbano se extienden de norte a sur de la ciudad. Si quieres entender la cultura del graffiti y el contexto que ha originado su desarrollo, te recomendamos contratar un tour donde te lo explicarán todo de cabo a rabo. En la web de http://bogotagraffiti.com/ puedes reservar (gratis) tu viaje a través del arte urbano en Bogotá. Eso si, recuerda hacer tu donativo para asegurar la preservación de la cultura del graffiti por muchos años más.

Foto | Joseba Mercader