La República de Senegal es uno de los destinos como más recursos y opciones para ir a visitar en el continente africano, sea cual sea el propósito de tu viaje: safaris, voluntariado, ocio nocturno…son muchas las opciones entre las que elegir para un país cargado de sorpresas.
Si lo que te van son los safaris, en Senegal encontrarás (entre otros recursos naturales) la reserva animal de Bandia, donde no te faltarán opciones para el avistamiento de búfalos, antílopes y otras especies autóctonas. También existen en Senegal multitud de programas de voluntariado, con que si lo que buscas es echar una mano en un viaje desinteresado, estarán más que preparados para darte una calurosa bienvenida. Incluso si lo que quieres es aderezar tu viaje con noches de fiesta y diversión al más puro ritmo africano, en Dakar encontrarás opciones de mover las piernas para dar y tomar. Ritmos frenéticos, percusión a la orden del día y toda la esencia del baile africano de garito en garito para que lo duermas de lo lindo.
Pero aún hay mucho más por ver en Dakar, y un ejemplo de lo que no puedes dejar de visitar es la Isla de Goree. Esta pequeña isla situada a unos tres kilómetros frente a Dakar es mundialmente conocida por haber acogido tiempo atrás la denominada Casa de los Esclavos, un punto clave en el comercio en los turbios años en que la esclavitud estaba aceptada (hoy en día se pueden visitar sus celdas para tomar conciencia de lo sucedido y evitar que caiga en el olvido).
Aparte de la historia particular de la isla, se trata de un enclave cargado de encanto que merece mucho la pena visitar en tu viaje a Dakar. Sin olvidar que no estamos hablando de un destino paradisiaco como cualquiera que encontrarás en el Caribe, la Isla de Goree tiene su particular forma de dar la bienvenida al visitante: la plaza con sus tiendas de souvenirs frente al puerto, restaurantes y terrazas de estilo colonial junto a una escueta y tranquila playa donde sentarte a contemplar el océano. También es muy llamativa la fortificación del Castel, una construcción de origen holandés que aún mantiene intactos sus cañones de defensa.
En cuanto al tiempo perfecto para una visita a la Isla de Goree, un día es más que suficiente para conocer toda su esencia, relajarnos tomando un refresco en su pequeña pero encantadora playa y concienciarnos de la vida más allá de las comodidades que tantas veces damos por hecho.
Foto | Vitieubao